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SErie viajes - 2008

OBRA ESCULTÓRICA

En las obras viajes, las palabras, las ciudades, aunque paralelas no actúan como una corriente continua, semejante a la vida que fluye, sino se incorporan como muletilla, pregunta, o intertexto de la vida, que no está a la altura de lo que precede y a la que sobrepasa.

El lenguaje no quiere eso, no lo necesita. Pues la vida habla su lenguaje común, sin repetirse, buscando el aislamiento y solidificarse, cual primun movens.

La vida misma sin ritmo, sin rima y sin la unívoca sucesión del flujo lingüístico. Sin puntos que la aquieten y sin comas que la refresquen.

Alfonso García

Viaje I

Acero corten, 100 x 100 x 10 cm.

Viaje IV

Acero corten, 200 x 31 x 6 cm.

«Por un instante el centro de la experiencia del viaje es describirloy escribirlo, y el proceso de redacción constituye el fin del viajedel viajero intenso en el que lo más sentido que tiene es el regreso,la vuelta, pues los viajes son siempre hacia adentro.

Alfonso García

Serie Viajes -  Alfonso García
Serie Viajes - Alfonso García

viajes

Sería un error pensar y decir lo contrario, ya que la mirada y el encuentro con el otro, de lugares cercanos o distantes, de condiciones socioculturales diversas es el que posibilita, por lo menos en mi persona, el primer paso para mirarnos y encontrarnos aunque pueda resultar lacaniano, de modo que nuestro lenguaje y producción artística sea significante, para realizar ese viaje continuo que es la vida.

Un viaje maravilloso fue cuando visité el Tibet en 1986, recuerdo ver los tallistas newar en Nepal con la destreza y seguridad que manejan las gubias y buriles, o los artesanos trabajando el oro, la plata o el latón hasta cargarlo de filigranas para acompañar como paradoja a una flauta de fémur o una joya de turquesa y coral.

Aunque sea un arte exclusivamente consagrado a motivos y fines religiosos y representaciones divinas o legendarias, emplean el uso de la cera perdida como hace mil años. 

El trabajo de los estupas y templos como el de Bhadgaon y Bodhnath, Swayanbunath, Kumeshwar, los de Durbar Square en Katmandú y Patán, sobre madera, piedra, basalto y bronce de pronto nos trasladan más allá de lo pensable. El tiempo ha sido transferido, bajo las luces votivas de la fiesta de las luces, con sus lámparas de aceite, realizadas por los alfareros de Patan.

Entrevista publicada en la Revista Sibila. Año 7, nº 12, 2007.